El poder calorífico de una sustancia o combustible se conoce como la cantidad de calor que se genera, por kilogramo o metro cúbico de esa sustancia, al oxidarse de forma completa. El poder calorífico siempre se mide por unidad de masa o unidad de volumen de combustible que se ha oxidado (quemado). Cuanto mayor sea el poder calorífico de un combustible, menor cantidad de éste utilizaremos. Es por esta razón por la que es importante la calidad de un gas en relación a los costes energéticos.