Los depósitos de inercia se emplean para evitar que la caldera se pueda ver afectada por los arranques y paros de la instalación.
Destinados a la acumulación de agua del circuito primario, producen simultáneamente agua caliente sanitaria por acumulación. El depósito de inercia se utiliza como acumulador de calor para sistemas de calefacción o de instalaciones grandes de ACS. El calor producido por medio de energía solar o de una caldera se transmite al depósito a través de un intercambiador (placas), este calor se puede extraer por medio de otros intercambiadores y así calentar el ACS o ser utilizado para la calefacción de la propia vivienda o edificios.