Un compresor es una máquina de fluido que está construida para aumentar la presión y desplazar cierto tipo como gases y vapores. Esto se realiza a través de un intercambio de energía entre la máquina y el fluido, en el cual el trabajo ejercido por el compresor es transferido a la sustancia que pasa por él convirtiéndose en energía de flujo, aumentando su presión y energía cinética impulsándola a fluir.
Se trata de máquinas térmicas, ya que su fluido de trabajo es compresible, sufre un cambio apreciable de densidad y, generalmente, también de temperatura; a diferencia de los ventiladores, los cuales impulsan fluidos, pero no aumentan su presión, densidad o temperatura de manera considerable.