Evita el frío este invierno
¿Escuchas sonidos extraños en las tuberías de calefacción? No son solo molestos, si no que también pueden llevar a que tu casa no llegue a calentarse. Estos ruidos pueden ser un indicador que hay aire en tu sistema de calefacción, lo que hace que el agua caliente no se distribuya de forma correcta por los radiadores. También puedes notar que están calientes por abajo, pero se mantienen fríos en la parte superior.
Especialmente cuando comienza la época más fría, un radiador frío o incluso templado puede hacer que no estés del todo confortable. Pero no te preocupes, vamos a ayudarte a solucionarlo antes de que llegue el frío. Simplemente tienes que purgar los radiadores. Es un proceso sencillo, completamente seguro y no conlleva ningún daño, incluso si no hay aire en ellos.
Además, es una tarea rápida. Cada radiador tarda unos cinco minutos en estabilizarse. Te mostramos cómo hacerlo:
Cómo purgar tu radiador
Pequeño resumen:
1. Prepara una llave para radiadores, un cubo y un trapo.
2. Apaga la calefacción y espera a que los radiadores se enfríen.
3. Coloca la llave en la válvula de purga.
4. Gira la llave con cuidado para abrir la válvula.
5. Cierra la válvula en cuanto empiece a salir el agua.
6. Vuelve a encender la calefacción y comprueba que los radiadores se calientan.
Purga tus radiadores en 7 pasos:
1. Preparación
- Una llave de radiador para abrir las válvulas de purga de tus radiadores (puedes encontrarlas en la ferretería).
- Un cubo para recoger el agua que pueda caer.
- Un trapo para secar el agua (en caso de ser necesario).
2. Apaga la calefacción
Asegúrate de que la calefacción está apagada. Esto hará que la bomba de circulación deje de funcionar y mover agua caliente y aire por las tuberías. Todas las válvulas termostáticas tienen que estar abiertas.
3. Espera a que se enfríen los radiadores
Después de apagar la calefacción, espera cerca de una hora para asegurarte de que los radiadores están fríos. Así evitarás quemarte en caso de fugas de agua o vapor durante el proceso de purga.
4. Coloca la llave en la válvula
La válvula se encuentra normalmente en la parte superior del radiador. Es como un agujero circular con un pequeño cuadrado dentro. Sujeta el trapo contra la pared para protegerla de posibles salpicaduras de agua. Coloca el cubo justo debajo de la válvula.
5. Abre la válvula con cuidado
Gira lentamente la llave en dirección contraria a las agujas del reloj. Medio giro o un cuarto suele ser suficiente. Oirás un ruido parecido a un siseo en el momento en que el aire empieza a salir del radiador. Ten cuidado de no abrir la válvula más de lo indicado, esto regulará la cantidad de agua que goteará del radiador.
6. Cierra la válvula
Deja que salga un poco de agua del radiador antes de girar la llave en la dirección de la agujas del reloj para cerrarla. No la cierres muy fuerte, podrías dañarla.
7. Enciende la calefacción
Después de purgar todos los radiadores, vuelve a encender la calefacción. Primero, comprueba la presión del sistema. En caso de ser demasiado baja, simplemente vuelve a llenar el circuito. Por último, comprueba que los radiadores se calientan de forma uniforme.